Un amor infernal

Ediciones Babylon lanzará el próximo martes 23 de febrero la nueva novela de Laura Morales, Sombras nocturnas. Una historia que, situada en un marco paranormal, conquistará a los lectores con una trama en la que no falta acción, romance y erotismo. 

Sinopsis: Jennifer Hunter forma parte de los Venator Noctis, clan encargado de acabar con las criaturas malignas que amenazan el equilibrio entre el mundo terrenal y el de los espectros. Sin embargo, cuando acepta vincularse al poderoso demonio Karesh con el objetivo de usarle para derrotar a Lucifer, no imagina que el destino que le aguarda pondrá a prueba no solo su valía como cazadora, sino también la verdad que late en su corazón. 

Sobre la autora: Laura Morales, quien recientemente quedó finalista en el III Concurso de Novela Romántica Kiwi RA, además de contar con varias novelas en el mercado, ha participado en numerosas antologías de relatos. Con Sombras nocturnas propone una historia sexy y emocionante que invita al lector a conocer las dos caras de un amor infernal.
El presente del retrofuturismo 

Tras cuatro volúmenes explorando el steampunk literario desde su vertiente más clásica y arquetípica, pasando por la exploración de planteamientos más innovadores, por el steampunk multicultural, hasta llegar a la vertiente más onírica y relacionada con la exploración de “otros mundos”, la antología Ácronos que abrió un camino de exploración literaria en cuanto a estilos y voces, contando también con autores consagrados y piezas clave del género, llega a su última aventura. 

Ácronos 4 es un compendio de 10 relatos steampunk en los que los autores coquetean con el dieselpunk, el clockpunk, el greenpunk junto al retrofuturismo más maduro que siempre ha caracterizado las antologías Ácronos, en algunos casos con un estilo que híbrida diversas tendencias del género. 

En esta cuarta entrega de la antología de relatos steampunk Ácronos, coordinado por Josué Ramos y Paulo César Ramírez, encontraremos relatos de la mano de Araceli Rodríguez (Proyectos S.W.I.F.T.), Marian Womack (¡Muerte A Rasputín!), Alejandro Morales (La sonata de Moebius), Gloria T. Dauden (Los espejos del Rey Sol), Armando Valdemar (Damocles), Giny Valrís (El sueño del Búho Rojo), Laura Ponce (El templo del sueño), Héctor Gómez (Las otras aves), Paulo César Ramírez (Ailurópolis) y Josué Ramos (Zugunruhe). 

Un nuevo volumen para todos los fans del steampunk y para los lectores más aventureros ávidos de nuevos planteamientos relacionados con la ciencia ficción que se presentará el próximo 12 de marzo en la Librería Gigamesh (C/Balmes 8, Barcelona) a partir de las 12.30 h con la presencia de los autores y otros invitados especialistas en los retrofuturismos y el steampunk y derivados. ¡Esto es Ácronos! ¡Es steampunk!
Sinopsis: Hassan Haji nació en el piso de arriba del restaurante de su abuelo en Bombay, entre el aroma a curri y el sabor de las especias. Pero la tragedia empuja a su familia al exilio, y en su picaresco periplo Hassan y los suyos se instalan en un pueblo de los Alpes franceses, donde la célebre chef madame Mallory regenta el sofisticado Le Saule Pleureur. A sólo diez metros, los Haji montan un pequeño local de cocina hindú, cuyos intensos olores y estridente música revolucionan a los vecinos. 

Tras una serie de hilarantes contratiempos culturales, la gran chef francesa descubre, para su gran horror, que Hassan, el jovencito del otro lado de la calle, es un cocinero con un talento innato muy superior al suyo. De ese modo se desencadena una guerra culinaria llena de giros inesperados que enfrentará al padre de Hassan, un hombre curtido en las calles de Bombay, con la imperiosa madame Mallory, en una batalla campal que acabará por desvelar al joven Hassan su auténtico destino en la vida. 

Crítica: La gastronomía de la India es sinónimo de diversidad cultural, de platos enriquecidos con la convivencia de los distintos pueblos durante las sucesivas colonizaciones –y la confluencia de múltiples etnias- que, en la actualidad, representan su herencia culinaria. Un amplio conglomerado de sabores, texturas y olores que sintetizan la identidad de todo un país a través de sus platos, caracterizados por el uso de especias y una amplia variedad de verduras. Un recetario basado en el pasado, en las costumbres familiares transmitidas de generación en generación hasta el pequeño Hassan Haji, quien deleitará al lector desde el primer bocado hasta las últimas migajas con un relato concebido al calor de un horno tandoor

«Un viaje de diez metros» es una tragicomedia gastronómica que nos describe la búsqueda de la identidad cultural –y culinaria- de Hassan junto al resto de su familia después de abandonar Bombay e iniciar un viaje incierto por diversos países de Europa hasta que el destino –y una avería en su coche- los conduce al pequeño pueblo francés de Lumiére, donde conocerán a la chef madame Mallory, así como una nueva forma de concebir la vida a través de la cocina. 

Al igual que los platos que componen un menú degustación, la novela de Richard C. Morais se divide en cuatro partes que describen el aprendizaje del joven Hassan desde sus humildes orígenes familiares en Bombay como repartidores de fiambreras tiffin hasta la exclusiva nouvelle cuisine parisina. 

En la primer parte («Mumbai 1975-1989»), el autor nos describe una India prácticamente desconocida, introduciendo al lector en la fascinante gastronomía del país que excede del clásico plato de curry o de arroz basmati para descubrirnos una metrópoli estimulante, que colapsa los sentidos ante el infinito despliegue de colores, olores y sabores por sus concurridas avenidas. Richard C. Morais nos describe una ciudad repleta de contrastes con una inusual belleza, ignorando el ruido, la suciedad o la miseria ante la abrumadora riqueza culinaria exhibida en los mercados o en los puestos ambulantes de comida en los que adquirir un cono de bhelpuri –arroz hinchado, salsa picante, patata, cebolla, tomate, menta y cilantro, todo mezclado y aderezado con especias- , brochetas de pollo y arroz basmati, o dulces de nueces y miel y té con leche. Aquellos sencillos manjares alimentaron la feliz infancia de Hassan Haji, quien rememora con nostalgia los arduos inicios de su abuelo como un pobre dabba-wallah, el pequeño local regentado junto a su esposa Ammi y el progresivo ascenso de su familia a consecuencia de la ambición paterna. 

Un capítulo hermoso por la inocencia con la que nos narra el pequeño Hassan a través de múltiples recuerdos atesorados en su memoria y compartidos con el lector mediante la evocación de lugares o situaciones siempre a través de un plato concretos, simbolizando la estrecha relación que siempre ha existidos para él entre la comida y la felicidad. 

Desde el primer instante, empatizamos con la fascinación y el respeto del joven hacia la cocina en contraste con la visión empresarial de su progenitor que asocia la restauración como la posibilidad de su familia de ascender en la jerarquía a través de la fama y el dinero. Precisamente, Richar C. Morrais plantea la disyuntiva de la población hindú ante la transformación de su país, la corrupción de los valores tradicionales ante el progreso económico que conllevaría una crisis de identidad entre la población con las violentas revueltas de las castas más desfavorecidas. 

Después de la tragedia y su posterior exilio a Europa, la segunda parte («Londres 1990-1992») se caracteriza por un tono de pesadumbre acorde con la impersonal y lluviosa capital inglesa. La característica humedad de la ciudad penetra en el ánimo de Hassan y el resto de la familia Haji, incapaces de adaptarse al insípido ambiente. Una sensación de desamparado que se incrementa con su peregrinación por múltiples países europeos ante la imposibilidad de poder elaborar en su propia cocina los platos que les recuerden al hogar perdido. 

Es entonces cuando el viaje nos conduce hasta la tercera parte («Lumiére 1993»), donde la distancia entre los dos restaurantes –Le Saule Pleureur y Maison Mumbai- hace ilusión el título de la novela («Un viaje de diez metros») como una metáfora para eludir a la enemistad de ambos restauradores a consecuencia de los prejuicios preconcebidos que, en realidad, pone de manifiesto los problemas de integración de los inmigrantes ante el rechazo social, el acoso de las corporaciones administrativas o las diferencias culturales –incluido el idioma-… En resumen, Richard C. Morais reflexiona acerca de las consecuencias de la discriminación racial. 

Dentro de este capítulo, resulta significativa la constante presencia de la carne –el sacrificio del cerdo o la caza del jabalí-, pues el propio acto de comerla resulta violento en su descripción -e incluso primitivo-. Básicamente, el autor nos anticipa los enfrentamientos entre madame Mallory y la familia Haji, quiénes defenderán sus respectivos territorios culinarios mediante múltiples –e imaginativos- ardides, provocando algunas de las situaciones más delirantes de la novela con un delicioso humor negro, en un equilibrio entre el dulzor y el amargor del chocolate. 

Además, el autor convierte a Hassan en un narrador omnisciente, permitiéndole modificar la perspectiva de la historia con la finalidad de presentarnos en primera persona a madame Mallory, en apariencia una mujer obsesionada con la perfección, frustrada al comprender que los sacrificios, tanto profesionales como personales, jamás obtendrán el reconocimiento merecido –la tercera estrella Michelín-. Posteriormente, descubrimos la soledad de la mujer, el miedo ante la posibilidad de perderlo todo ante la exótica oferta que representa el Maison Mumbai; y, sobre todo, la aptitud innata de Hassan para la cocina que considera una injusticia en comparación a todos sus años de formación y trabajo necesarios para convertirse en una chef de prestigio, ahora ignorada por sus homólogos y los críticos gastronómicos. 

Precisamente, en el último capítulo («París, 2013») Richard C. Morais crítica el espectáculo de la cocina postmodernista o molecular, la egolatría de los críticos culinarios, las dificultades tributarias de los empresarios de la restauración ante los altos impuestos o la reforma laboral, la excesiva diversificación de productos y un largo etcétera que Hassan contempla con impotencia y pesimismo. Es entonces cuando el autor reitera la importancia de ser fiel a la propia esencia, a la familia en la consecución de los sueños. 

No obstante, Richard C. Morais deja inconclusos el planteamiento de aspectos interesantes -posiblemente con la intención de escribir una secuela- provoca un regusto agridulce en el lector al comprobar la rapidez con la que concluye la novela cuando los capítulos anteriores se caracterizan por un ritmo pausado que permitía recrearse en la prosa. 

A pesar de ello, «Un viaje de diez metros» es una deliciosa historia capaz de satisfacer al lector con una prosa que permite saborear prácticamente cada palabra. Una evocadora novela acerca de la fidelidad a la familia, la superación personal y la consecución que nos permite viajar por ambientes tan distintos como las exóticas calles de Bombay, la insípida Londres o la costumbrista Francia a través de los fogones. Igualmente, Richard C. Morais plantea una reflexión interesante acerca de la inmigración, siendo la diversidad racial y cultural el ingrediente esencial para aderezar la vida basándose en la tolerancia hacia los contrastes, en perder el temor a probar lo diferente para descubrir todo un mundo de nuevos sabores y experiencias. En definitiva, una novela que podría resumirse en dos palabras: Bon appétit! 

LO MEJOR: La estimulante prosa que permite saborear los diferentes escenarios descritos en la novela hasta prácticamente salivar sobre las páginas. La ruidosa familia Haji que provoca toda clase de situaciones surrealistas, aportando ese toque cómico necesario para equilibrar tono dramático de la novela. La evolución del protagonista Hassan conforme descubre su propia ignorancia culinaria y aprende con la experiencia. La auténtica moraleja de la novela desvelada en el último capítulo junto a otras reflexiones significativas como la discriminación racial o el exceso de credibilidad que se les concede a los críticos gastronómicos. 

LO PEOR: El final abierto que deja planteadas reflexiones muy interesantes acerca del actual predominio de la cocina postmodernista o molecular, la egolatría de los críticos gastronómicos, entre otros aspectos provocando un sabor agridulce en el lector. 

Sobre el autor: Richard C. Morais es autor de dos novelas, Un viaje de diez metros y Buddhaland Brooklyn, y de la biografía no autorizada, Pierre Cardin: The Man Who Became a Label. Es el editor de Barron’s Penta en Nueva York, una revista de familia y finanzas. Americano criado en Suiza, Morais pasó diecisiete años en Londres, donde fue redactor jefe del Forbes y su cobertura internacional le valió seis nominaciones y tres premios del Business Journalist of the Year Awards. Actualmente reside en Nueva York.
Abandonando el nido 

Lleva el nombre de una princesa de Oriente, y de una princesa es su belleza y su elegancia. La cigüeña Nilú nunca ha conocido a su padre, pero todas las noches escucha el canto de amor de su madre dedicado a su compañero, que un día voló del nido y nunca regresó. Ahora le toca a ella alzar el vuelo y conocer la experiencia del viaje y la migración. Nilú está muy excitada con la idea de partir hacia ese lugar lejano, la tierra de los grandes árboles, el África inmensa. Pero no imagina lo que va a vivir, con las alas como única arma y salvación: la ebriedad del vuelo, la angustia de la soledad, el miedo al enemigo. Y también el estupor ante los encuentros y la melancolía que dejan las despedidas, la alegría trepidante de la espera y la dulzura del regreso. 

La pequeña Nilú descubrirá el placer de los encuentros, la trepidación de la espera y la gratuidad de los dones, junto al dolor de la separación, la angustia de la soledad y el miedo al enemigo. Porque la naturaleza puede ser benigna, pero también llena de insidias y para enfrentarse a ella, hay que confiar en el instinto y escuchar el corazón, así como enseña la madre cigüeña. 

El vuelo feliz de la cigüeña Nilú es una fábula para pequeños y mayores que nos llama a la memoria y al espíritu la poesía y la valentía de El principito de Antoine de Saint Exupéry y también la búsqueda de la libertad de Juan Salvador Gaviota de Richard Bach. 

Sobre el autor: Guido Conti nació en 1965, en Parma, Italia, donde vive y trabaja. Ha escrito muchos libros, entre ellos la antología de relatos Il coccodrillo sull'altare, ganador en 1998 del premio Chiara, las novelas I cieli di vetro, Il tramonto sulla pinaura, Las mil bocas de nuestra sed e Il grande fi ume Po, y el ensayo Giovannino Guareschi, biografi a di uno scrittore.
Sinopsis: Considerada una de las principales novelas de horror del siglo XX, narra el inquietante experimento de John Montague, doctor en Filosofía y antropólogo, que lleva años entregado al estudio de "las perturbaciones psíquicas" que suelen manifestarse en las "casas encantadas". Infructuosamente ha buscado una casa idónea, cuando un día oye hablar de Hill House, una mansión solitaria y de siniestra reputación. Montague decide alquilarla y busca ayudantes dispuestos a pasar una temporada en ella: Eleanor, una mujer desdichada que, tras once años cuidando a su arisca madre inválida, se ha vuelto una persona solitaria; Theodora, joven alegre y curiosa, seleccionada por su increíble capacidad telepática; y Luke, vividor y mentiroso, incluido en el grupo por exigencia de la propietaria, su tía. El objetivo: tomar notas de cualquier fenómeno paranormal que se presente para documentar el libro sobre casas encantadas que prepara el doctor. Las alucinantes experiencias que vivirán en la casa será mejor que el lector las descubra por sí mismo. 

Crítica: A pesar de que los fantasmas son descritos como una entidad incorpórea, la cultura popular tiende a asociarlos con un espacio tangible en el que se manifiestan a través de múltiples fenómenos como el desplazamiento de objetos, cambios de temperatura, sonidos u olores inexplicables… El vínculo emocional establecido en vida hacia un lugar permite al espíritu seguir presente en el plano físico convirtiéndolo en una casa embrujada. La Mansión Winchester, Amityville, Loftus Hall, el Palacio de Linares son algunos ejemplos reales que han inspirado a escritores como Oscar Wilde («El fantasma de Canterville»), Edgar Allan Poe («El hundimiento de la Casa Usher»), Henry James («Otra vuelta de tuerca»), Nathaniel Hawthorne («La casa de los siete tejados»), W. H. Hodgson («La casa en el confín del mundo»), Richard Matheson («La casa infernal»), Stephen King («El resplandor») o Susan Hill («La mujer de negro») para abrirnos las puertas de los hogares en los que residen el más allá. 

Si bien, el precedente de la mayoría de estas novelas es «La maldición de House Hill» firmada por la autora gótica estadounidense Shirley Jackson, quien narra una historia diferente sobre fantasmas profundizando en la psicología del miedo a través de un relato de atmósfera opresiva y una prosa desasosegante. 

Igual que la obra de Henry James, «La maldición de House Hill» se caracteriza por la imposibilidad del lector para establecer el origen de los supuestos fenómenos paranormales descritos en la novela a consecuencia de la presentación de dos clases de fantasmas. Por un lado, las clásicas almas descarnadas que amenazan la integridad de los nuevos habitantes con su maliciosa presencia. Por otro, los fantasmas interiores asociados con sentimientos como la culpa que, poco a poco, debilitan el espíritu racional de las personas. 

Shirley Jackson demuestra un amplio conocimiento sobre la psicología humana a través de sus personajes, en especial, Eleanor. La atormentada joven es la víctima perfecta para el mal que reside en la casa, quien acepta su destino entre aquellas paredes ante la imposibilidad de luchar sola contra el remordimiento de actos pasados, así como la ausencia de un futuro lejos de la propiedad. La escritora estadounidense nos ofrece un personaje inocente, puro, prácticamente virginal hacia la crueldad del ser humano contra sus semejantes que, ante la indiferencia –y posterior traición- de sus compañeros, va aislándose de la realidad para adentrarse lentamente en los oscuros rincones y laberínticos pasillos de su mente herida. 

Las primeras páginas en las que se nos describe el viaje de Eleanor hasta Hill House son magníficas por ese monólogo interior en el que la protagonista altera las imágenes a su fantasía, previendo la carencia afectiva de la joven que se acentúa cuando conoce a la exultante Theodora, al atractivo Luke o al erudito doctor Montague. 

Al igual que Hill House, todos acaban demostrando que las primeras impresiones son engañosas. Los ángulos desiguales de la arquitectura imposibilitan al lector confiar plenamente en sus sentidos; además, son una alegoría de los desequilibrios emocionales de sus nuevos inquilinos. La calma expectante de los primeros días es sustituida por los recelos aún con los esfuerzos de los habitantes por mantener una falsa apariencia de normalidad. 

Precisamente, Shirley Jackson incrementa la tensión del relato con una prosa directa, basada en efectos sencillos que sobrecogen al lector al introducir esos fenómenos «paranormales» en escenas tan cotidianas que, de repente, alteran por completo la realidad de la escena ante su inesperada aparición. Si bien, la autora prescinde de suministrar demasiada información acerca del posible desencadenante que convirtió a Hill House en una propiedad maldita, una decisión que, aunque poco habitual, resulta acertada al permitir extraer diferentes conclusiones sobre el origen del mal. Es decir, ¿es la casa la auténtica –y única- responsable de tanto dolor y la desgracia? ¿O, por el contrario, son los propietarios quienes la corrompen con su malsana presencia? 

En definitiva, «La maldición de House Hill» es una novela sobre fantasmas externos e internos de la persona basada en una forma de terror sutil en desuso frente al gore literario que predomina actualmente en el género. Shirley Jackson nos ofrece un relato desasosegante basado en una atmósfera opresiva que alterna de forma equilibrada lo paranormal y lo cotidiano, repleto de diálogos inteligentes, personajes ambigüos y giros inesperados que hacen de nuestra estancia en Hill House una experiencia –y una lectura- inolvidable. 

LO MEJOR: El terror sutil basado en el escenario y la evolución de los personajes. La capacidad de la autora para sorprender constantemente al lector alternando las escenas cotidianas con los fenómenos paranormales. La ambigüedad del planteamiento, acentuada con la escasez de información proporcionada por Shirley Jackson acerca del posible origen del mal que habita en Hill House. 

LO PEOR: El detrimento de este estilo de terror frente el gore literario que predomina actualmente en el género. La mayoría conoce la novela por la adaptación cinematográfica de 1999. 

Sobre la autora: Shirley Jackson nació en San Francisco el 14 de diciembre de 1916, y pasó su infancia en las cercanías de San Mateo, California, donde comenzó a escribir poesía y cuentos cortos como un joven adolescente. Su familia se mudó del este cuando tenía diecisiete años, y asistió a la Universidad de Rochester. Entró en la Universidad de Syracuse en 1937, donde publicó su primera historia, Janice, y pronto fue designada editora de ficción de la revista de humor del campus. Después de ganar un concurso de poesía en la Syracuse conoció a su futuro marido, el joven aspirante a crítico literario Stanley Edgar Hyman, y juntos fundaron una revista literaria, Spectre, con Hyman como editor. Comenzó a tener sus historias publicadas en The New Republic y The New Yorker. En 1944 la historia de Jackson Ven a bailar conmigo en Irlanda fue elegido por Mejores Cuentos Cortos de América . Su primera novela, El camino a través del muro, se publicó en 1948. Ese mismo año The New Yorker publicó la historia icónica de Jackson, La Lotería, la cual genera el mayor volumen de correo recibido alguna vez por la revista --- ni antes ni después --- casi todo odioso. 
En los siguiente años, publica Nido de Pájaro, con gran éxito, y La brujería de Salem Village. En 1959 llegó The Haunting of Hill House , su novela más conocida, que ha llegado a ser considerado como el cuento de casa encantada por excelencia
Déjate inspirar por sus hojas 

MAEVAinspira es la nueva colección de MAEVA cuya filosofía se refleja en el logo: contiene el concepto de «inspiración», de coger aire para luego dejarlo ir lentamente, relajarnos y dejar que la mente fluya. Nos dirigimos a un a un lector urbano que necesita herramientas para mejorar su bienestar tanto físico como espiritual e incluirá proyectos de ficción y de no ficción, experiencias vividas, temáticas de actualidad en la literatura espiritual y la psicología, y otros más prácticos que puedan ayudar a abrir nuestras mentes La variedad de los primeros títulos es una buena muestra del espíritu de la colección: 

El vuelo feliz de la cigüeña Nilú (Guido Conti, febrero 2016): una fábula en la tradición de Juan Salvador Gaviotacon preciosas ilustraciones que nos relata el ciclo de la vida y su generoso poderío. En la tradición de Juan Salvador Gaviota, llega esta fábula que los mayores leerán a los pequeños y los pequeños leerán a los mayores. 









El jardín el tiempo (Daria Song, febrero 2016): una historia para colorear que te llevará a un mundo encantado. Despertará la creatividad del lector ayudándole a mejorar su concentración. En mayo publicaremos el segundo álbum para colorear de la misma autora, La habitación del tiempo. 





Mi vida lejos de mí (VV.AA., mayo 2016): una novela que te invitará a reconducir tu vida hacia un camino más satisfactorio. Un libro para reencontrarse con uno mismo y con los propios sueños. 



Una canción inesperada (Leire Quintana, mayo 2016): una historia real de una joven madrileña que abandonó su zona de confort y pasó tres años en un monasterio de clausura. Unas memorias que nos ayudarán a comprender mejor nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo.
Febrero a flor de piel 

Este mes predominan las novelas con alma, repletas de emoción en el catálogo de novedades de Umbriel. Hora de partir es una ellas. La historia de Alice penetra en nuestra fibra, nos hace reflexionar y cambia la visión que teníamos de algunas cosas. Una historia transformadora y sensible con una trama tan potente y adictiva que no podrás soltarla hasta el final. El duelo por la pérdida de un ser querido, el mundo secreto de los elefantes y la delgada línea que une realidad y apariencia son sus ingredientes principales. 

Las chicas de Canterbury es la segunda recomendación de la editorial. Una delicia de lectura, de esas que gusta regalar y recomendar a las amigas. La historia no solo te hace pasar un buen rato, también invita a reflexionar sobre temas tan universales como la vida, la muerte y el amor. 

Por último, El cartero de los Haikus de Denis Thériault es una novela original y poética, una historia tan breve como un suspiro, pero cuyo recuerdo permanece a través de su hermosa prosa y la musicalidad de los haikus

Hora de partir (Jodi Picoult) 

Durante más de una década, Jenna Metcalf no ha dejado de pensar en su madre y se niega a creer que la haya abandonado. Desesperada por averiguar la verdad, Jenna consigue la ayuda de dos extraños aliados en su búsqueda para descubrir qué le ocurrió a Alice. Una novela profundamente conmovedora, trepidante e inteligente. 



Las chicas de Canterbury (Kim Wright) 

A medida que estrecha lazos con sus compañeras (y, lo que es más importante, consigo misma), Che irá descubriendo las difíciles y sorprendentes enseñanzas que nos depara el camino acerca de la vida y la muerte, el amor, el desamor y las virtudes de la imperfección. Una novela que nos enseña que la vida está llena de posibilidades y que los milagros suceden cuando menos lo esperas. 


El regreso de la maldición 

Londres se ha convertido en el escenario de extraños acontecimientos: lluvia de sangre, desapariciones de personas, tumbas abiertas en el cementerio de Highgate…Álex y Ren, los protagonistas de Tombquest, se enfrentan en esta segunda parte de la exitosa saga a una aventura espeluznante en la que tendrán que superar sus peores miedos. Momias –incluida la de un adorable gato–, persecuciones, aventura y misterio a raudales en un libro que se lee como quien devora un paquete de palomitas. 

Sinopsis: Hace un tiempo, la madre de Álex, una prestigiosa arqueóloga, lo arriesgó todo por salvar la vida de su hijo: recurrió a los peligrosísimos Hechizos Perdidos, del Libro de los Muertos egipcio. Ahora, ella ha desaparecido, cinco espeluznantes diablos del antiguo Egipto están volviendo a la vida y el terror alcanza la ciudad de Londres. 

«Una emocionante aventura rica en mitología egipcia y mágica… Un éxito seguro». Booklist 

«¿Recordáis lo mucho que os gustaron las películas Indiana Jones y La momia, con sus emocionantes aventuras arqueológicas repletas de museos polvorientos, tesoros robados y tumbas peligrosas? La serie Tombquest captura este mundo para los jóvenes lectores.» BNKids 

Sobre el autor: Michael Northrop es autor de seis novelas anteriores para el público infantil y juvenil que han merecido varios premios y menciones, entre ellos el de la Biblioteca Pública de Nueva York al mejor libro infantil. Antes de dedicarse a la literatura infantil, trabajó durante ocho años como editor de Sports Ilustrated Kids. Sus artículos y novelas han sido traducidos a las principales lenguas.